top of page
Buscar

SANTIAGO RONCAGLIOLO

  • Foto del escritor: Lorena Luján
    Lorena Luján
  • 24 jul 2018
  • 4 Min. de lectura

1. ¡Viva la Revolución!:

Los grandes cambios de mediados del siglo XX en Latinoamérica marcaron a muchos escritores, como Vargas Llosa y García Márquez. Las secuelas de estos cambios acompañarían los primeros pasos como escritor de Roncagliolo. "Mis padres, unos intelectuales progresistas que se habían enamorado en el Chile de Salvador Allende, adoraban a Gabriel García Márquez. Para ellos (…), Cien años de soledad representaba el mismo sueño latinoamericano que la Revolución cubana o las canciones de Víctor Jara: un continente libre”.


2. Un infierno llamado Perú:

Los años que Roncagliolo pasa en Perú son decisivos para su carrera. Creció oyendo hablar de los conflictos en un país donde la democracia a penas se sostiene. Sus novelas son el reflejo de esas vivencias, con un añadido de imaginación. "Durante mi niñez y adolescencia, la realidad se parecía más a una película de zombies que a la exótica Macondo".


3. El espejo de Santiago:

Roncagliolo deja parte de él en cada uno de sus obras, puntualmente en los personajes que en, cierta forma, son una extensión del escritor. “Intento ser amable cuando doy entrevistas y veo gente. Soy muy obsesivo, muy neurótico y muy compulsivo con lo que escribo, igual que Óscar. Trata que el protagonista se parezca a ti. Una versión exagerada, retorcida y deformada de ti, pero en el fondo, tú”.


4. Morir en el intento:

Los proyectos editoriales no siempre se realizan con el tiempo que a uno le gustaría, esto le pasó al Roncagliolo guionista. Cuando el tiempo apremia, suelen salir las mejores ideas, ¿O no? “En una telenovela íbamos muy justos, lo que íbamos escribiendo se grababa rápido. Al final del capítulo 119, penúltimo capítulo, el galán descubre, ja, ja, no estoy orgulloso de esto, descubre que su mujer no es realmente paralítica sino que lo engaña para ocultar su esterilidad. En el código moral de la telenovela si una mujer es estéril, si una mujer es estéril y mentirosa, puedes abandonarla. Y el galán la abandona y se va a buscar a la chica. Entonces llegó el productor y dijo: "La telenovela es un éxito. Necesitamos 40 capítulos más". ¡Pero ya estaba grabado el fin del obstáculo para el amor!”.


5. Terapia escrita:

La literatura ha sido protagonista de grandes momentos de la historia y otro tanto de la ficción. Muchos devoradores de libros se sumergen en cada página intentando adivinar detalles de cada uno de los personajes. Los libros son una terapia y para Santiago también lo es escribir. “Soy una persona más sana desde que escribo literatura, que maneja mejor sus propios traumas, preocupaciones, extremos, quizá porque la narrativa tiene algo terapéutico. Sacas las cosas que tienes, tus emociones, hablas de ellas. Pero a la vez las

disfrazas porque estás mintiendo todo el tiempo, estas exagerando y cambiando. Tomas de los demás cosas para cubrir tus propias emociones. Tampoco te expones tanto. La gente no ve cuánto hay de personal. Tú lo sabes, pero los demás no se dan cuenta”.


6. Mi mundo, mis reglas:

Un bolígrafo puede ser el arma más poderosa, con él se han firmado tratados, contratos, aboliciones y en el caso de Roncagliolo, sentencias de muerte. “Es el placer de esto. En la vida real no puedes matar a la gente cuando quieres. Tengo amigos que hacen cine y la parte que no entiendo es que tienes que trabajar con gente. ¡Los actores tienen sus propias ideas! ¡Los de vestuario tienen propuestas! Lo que me gusta de escribir libros es que mando, soy un dictador, no es ninguna democracia. Control 'freak', todo controlado. Un universo a mi medida”.


7. Siento, luego escribo:

Es bien sabido que el arte de escribir toca con su barita a muy pocos, o son pocos los que logran ser reconocidos. Parte de ello es el trabajo constante que dedican los escritores pero otro tanto es el talento innato. “Una novela, como en general el arte, no apunta a tu cabeza, apunta a tus emociones. Tienes que emocionar, y si emocionas puede que hagas reflexionar”.


8. Cuando no puedas hablar, abre un libro:

En todas las dictaduras lo primero que desaparecen son los medios de comunicación y luego los libros. Aunque muchos de ellos se guardan celosamente para aliviar el espíritu de los oprimidos. Roncagliolo fue expulsado junto a su familia de Perú en un momento de crisis política en su país natal. “Yo crecí entre políticos. Mi idea de los políticos es mejor que la que tiene la mayoría de la gente. He crecido entre políticos. No he visto robar. Políticos idealistas, apartados del poder durante muchos años. Para mí es normal hablar con políticos, tengo amigos políticos de varias ideologías. Hay tendencia a convertir al escritor latinoamericano en un personaje político. Todo el mundo te pregunta: "Señor Escritor,

¿cuándo saldrán las tropas de Afganistán? Señor Escritor, ¿cómo se resuelve la crisis económica global? Señor Escritor, ¿qué pasará en Venezuela después de Hugo Chávez?". Hubo un momento en América Latina, en los 70, en los que los escritores eran los únicos que podían. hablar, todo eran dictaduras, y había cosas muy graves que denunciar, como que estaban tirando a la gente de los aviones al mar”.


9. Un tentempié:

Si de algo está orgulloso Santiago Roncagliolo es de que ser latinoamericano –y español- pero defiende que en la parte del mundo en la que le tocó nacer se inventara algo que es el ADN de la cultura popular, la telenovela. “Viajo y es difícil seguirlas. La telenovela es el único género narrativo latinoamericano, el único que hemos inventado. Es más respetable que lo que la gente cree”.


10. Humor negro:

Hay libros que sirven para desconectar, otros para reflexionar y los de Roncagliolo te llevan por una montaña rusa de emociones. “Todo lo que hago suele tener humor. Aunque creo que nadie se ha dado cuenta”.



 
 
 

Comments


bottom of page